“Los tiempos de crisis invitan a pensar, sentir y actuar de manera revolucionaria”

“Los tiempos de crisis invitan a pensar, sentir y actuar de manera revolucionaria”



Reseña:
Hugo Alberto Cammarata
Córdoba, 20 de Abril, 2020

La pandemia del covid-19, desató en el espacio público, mediado por la red, diversas narrativas, desde teorías conspirativas, las de los conservadores que aferrados a sus gruesos billetes intenta aquietar el maremoto y de aquellos que intenta torcer el timón hacia la distribución justa de la riqueza. De esos planteo recatamos la visión humanista que plantea instaurar la Renta Básica Universal. (de aquí en más R.B)

Recientemente para ser exacto en el día de hoy (20/04/20) en una extensa nota: “Renta Básica, reparación histórica y revolución”, escrita por Javier Tolcachier, en el blog de “Tele Sur”. Trataremos de extraer algunos conceptos importantes de la nota de marras.

Javier, nos introduce al asunto de la RB, con un pormenorizado relato histórico: Dice que, en el Renacimiento, los humanistas Tomás Moro y Luis Vives, pensaron en la implementación de “un ingreso básico”, para prevenir el delito aparejado por la falta de sustento, inclusive para aquellos “que han disipado sus fortunas a través de un vivir disoluto” y remarca el autor de la nota “porque nadie debe morir de hambre.”

A continuación señala, que luego “de quinientos años, sigue teniendo validez”, y con números en la mano subraya: “820 millones de personas pasan hambre y unos 2000 millones sufren su amenaza, según señala Naciones Unidas.”

Apunta: “la idea de una vida digna, lejos de agotarse en la nuda (sic) necesidad del alimento, requiere la provisión de vestimenta, vivienda, salud, educación y múltiples servicios básicos” amparado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DDHH) para luego lamentarse por la lentitud de los Estado en poner en vigencia estas necesidades y queda reducido a “un catálogo de aspiraciones colectivas”

En el marco de un “capitalismo especulativo y producción tecnologizada” explica, que trae como consecuencia la pérdida del “pleno empleo” y “la precarización laboral”: “Tres de cada cuatro personas en los países en desarrollo se ve afectada por el empleo vulnerable.” según datos aportado por la Organización Internacional del trabajo (OIT) -2018-

Luego Javier, da un contexto de la economía mundial, en tiempo del Covid-19, en una serie de engorrosos números por la caída de la economía mundial a raíz de la pandemia.
En lo referente a nuestra región: La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) “estima una contracción del orden del 1,8% del producto interno bruto” en rigurosos número frío: “de un total de 620 millones de habitantes, el número de pobres en la región suba de 185 a 220 millones de personas; en tanto que las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67,4 a 90 millones”

El periodista amigo, remarca que la R.B, a los sectores postergado, brindaría libertad económica en cada hogar: mujeres, niños, ancianos y a personas con discapacidad

Y reduciría o terminaría con el trabajo infantil y cita cifras de la OIT: “más de 150 millones de niños, de los cuales 73 millones realizan tareas peligrosas”

Y concluye: “Un ingreso asegurado permitiría fortalecer la formación personal y el despliegue de las capacidades creativas y vocacionales, colaborando no sólo con el desarrollo individual, sino potenciando el avance colectivo en numerosos campos.”

Bajo el subtítulo “El sudor de la frente propia… y ajena” Javier Tolcachier, aborda el sentido común de la mayoría de la gente, aquella que dice: el beneficiario debería dar una contraprestación de carácter privado o social.

El autor derriba muy sabiamente, ese concepto tan arraigado y naturalizado, desde la Revolución Industrial, que un asalariado, debe alquilar su cuerpo para una tarea determinada a cambio de un sueldo que le permitirá en lo mejor de los casos “Vivir dignamente” e impidiendo “la posibilidad de este tiempo finito en otras tareas” personales,

En la Revolución Industrial “la formación de capital que luego se independizó parcialmente de la plusvalía extraída a los trabajadores/as (sudor de la frente ajena) para construir un planeta usurero” sentencia el autor de la nota, cuando se refiere a la explotación del trabajador (proletario).

Y continúa en el mismo tono “Mucho menos puede aceptarse que alguien deba trabajar creando riqueza, mientras los especuladores crean agujeros negros de pobreza, que engullen por completo todo el trabajo y con él, la existencia invertidas.”

Y finaliza este apartado: “todo ser humano, por el sólo hecho de estar vivo tiene derecho a existir dignamente y que es una responsabilidad colectiva asegurarlo”

Tolcachier, sostiene que los “intereses mezquino de apropiación”, impiden una “redistribución justa” de la riqueza, apoyada en las creencias (sentido común) de la gente, basado en “momento anteriores de la historia humana”

En otro apartado del artículo: ¿Dónde está el dinero para repartir? El articulista se refiere a la financiación de Renta Básica Universal, en base a datos de los activistas de esta iniciativa; “La necesidad de gravar con mayores impuestos a las grandes fortunas, impedir la evasión, elusión y fuga a paraísos fiscales o derivar partidas presupuestarias hoy despilfarradas en armamento”

Concluye que las “experiencias realizadas” y “aun de bajo presupuestos”, “hablan de la viabilidad y las ventajas de instalar de inmediato un ingreso universal”

En el párrafo; “Aspectos críticos en el actual debate” el columnista apunta “dos aspectos críticos en el actual debate por la implementación de un ingreso universal”

Primero, pone de relieve que se podría producir desigualdad, en los distintos países en donde se concrete la R.B, por el desequilibrio entre naciones pobres y ricas, en donde esa renta menor o superior dependerá de la región: ejemplifica: “Si un europeo recibiera hoy en concepto de renta básica algo más de 400 euros, un indio 1000 rupias (alrededor de 12 euros) y un keniano 22 dólares” razona “Es evidente que esto no representará ningún avance en el acercamiento a estándares de justicia redistributiva global”

El segundo punto crítico, de la Renta Básica “no transforma de raíz la estructura antihumanista del capitalismo, sino que apenas compensa – casi de un modo socialdemócrata y keynesiano – el molde del ultraje, posibilitando incluso la supervivencia de este sistema cruel.” es decir sería >>un engaña pichanga<<

La RB, “Será universal, -Taxativo- en un sentido planetario y pluricultural” cuando (la) “reparación histórica pendientes, entre las naciones enriquecidas a través del pillaje colonial y el Sur global expoliado y violentado durante siglos”

Continuando en la misma línea: la banca y las corporaciones asentada en el norte global, “continúan el saqueo mediante el endeudamiento, la extorsión en la inversión directa y la generación de herramientas especulativas que empobrecen a los pueblos”

Tocalchier es claro cuando expresa con respecto a la RB: (se) “debe modificar en la raíz los procedimientos que llevan a una máxima concentración actual de riqueza en el uno por ciento de la población mundial.”

Finalmente, formula una serie de preguntas retóricas, largas de enumerar para esta reseña. 
Después de todo lo expuesto Javier remata: “La única certeza es que los tiempos de crisis invitan a pensar, sentir y actuar de manera revolucionaria, el único modo de hacer avanzar la historia humana.”

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