Silo, el mesías

Silo, el mesías



Escribe:
Hugo Alberto Cammarata

El 4 de Mayo, no es un día cualquiera, para los Humanistas, es el día fundante del Movimiento del Nuevo Humanismo. En esa fecha de 1969, Silo, Mario Rodríguez Cobos (1939-2010) presentó públicamente la arenga “La curación del sufrimiento”, en Punta de Vacas, Mendoza. A continuación rescatamos algunos trozos de ese acontecimiento histórico. 

Corría el año 1969, y un grupo de adolescentes cordobeses, recorrían las calles de la ciudad, con un tacho de pintura negra y una pinceleta, para convocar a la arenga pública, que daría Silo, en un paisaje desolado en los Andes Mendocino

En el mismo año y mes, Europa se conmocionó, por el “Mayo francés”, la protesta estudiantil llevaba como consigna poética: “La imaginación al poder” y puso en vilo al sistema de vida Occidental. En Agosto, del ´69, el movimiento Hippie, realizó un mega evento: el “Festival de Woodstock”, allí miles de jóvenes que sostenían el ideal pacifista se manifestaron por el cese de la guerra en Vietnam

En Argentina, el 29 de mayo el “Cordobazo”, protesta obrero/estudiantil, hizo trastabillar a la dictadura militar, encabezada por el Gral. Juan Carlos Onganía
Y fue precisamente ese gobierno militar, que persiguió a Silo y a sus seguidores, y quien “decreta”: >>Si (Silo) quiere hablar, que le hable a las piedras<< Eso no impidió que este grupo de muchachos, dejaran escrito en las paredes, la invitación al acto en lo alto de la montaña. Los muros sintieron el trazo firme del ferrite negro, proclamando a “Silo, el mesías” y afirmando “Silo, es bueno”. La palabra Silo, llevaba un triángulo en la “O”, que significaba “la Transmutación”

De esa vanguardia cordobesa, reproducimos el testimonio de Juan Carlos Domínguez*, revelado en el documental "El fin del sufrimiento". Juan Carlos junto con un grupo de amigo, participó en la organización de aquel épico viaje a Mendoza. 
Sobre el clima de la época, comenta: >>Se rieron de nosotros, porque nos dijeron “Que van a venir, a hablar de violencia y noviolencia con un gobierno militar”<< 

Estampita  

Días previos a la arenga, en Mendoza, se diseñó una tarjeta de invitación, a la sazón “Estampita”. Ocurrió un echo azaroso en Mendoza, cuando se estaba revelando la foto de Silo, para la convocatoria al acto, sucedió un fuerte temblor, producto de ello, el proceso de estampar la foto al papel fotográfico dio por resultado que la imagen del “negro” (Silo) quedara difusa, y que sólo se veía el perfil nuboso y un halo de luz envolvente en rededor de la cabeza del maestro. Los presentes de aquel acontecimiento siguieron con el plan, no corrigieron la fotografía, y debajo de la misma, de puño y letra de Mario, se podía leer. ”Mi enseñanza no es para los triunfadores sino para aquellos que llevan el fracaso en su corazón! - Silo” 

"Córdoba va"

“No teníamos muchos detalles, que iban hacer, -continúa relatando Juanca- pero sí sabíamos que teníamos que llegar el día cuatro a la mañana” 
Cuenta que fueron “unas cuarenta personas desde Córdoba”. Nos comenta con cierto asombro, que entre los pasajeros “llevábamos algunos enfermos”. Enfatiza: “Había mucha “carga” por lo que iba a pasar en Punta de Vacas” y recalca la expectativa previa “Como recibir el mensaje de un mesías, una cosa así”. Partieron desde la “Docta” la noche del 3 de Mayo, entre los convocados había “Una mujer paralítica (SIC) gorda, robusta, grande, que nos costó mucho subirla y después subir la silla de ruedas fue muy fácil” dice con cierto asombro aquel joven. 
Los peregrinos, viajaron toda la noche en busca del poniente. Con el Sol casi en el cenit, a escasos metros del destino, fueron obligados por la Gendarmería, para hacer los trámites burocráticos, que en aquella época eran de rigor y más por este trascendental suceso. Hasta “nos pintaron los dedos” lo cuenta jocosamente nuestro testigo, y agrega “Luego de todo ese circo, nos dejaron seguir”
Los organizadores de la “cosa”, habían montado un escenario imaginario, un micrófono a los pies de un cerrito. 
En la ruta 7, habían apostado personal de Gendarmería Nacional, pertrechado con armas letales, algunas de ellas, montados en casamatas. Más de doscientas personas, llegados desde Buenos Aires, Córdoba y de otros puntos del país. También espectadores de Santiago de Chile, Bolivia y periodistas de Europa. Todos fueron parte de esa manifestación fundacional. El público en semicírculo frente al micrófono, esperaban la presencia del Maestro. 

“La curación del sufrimiento”

El mediodía caía como un rayo, el sol mudo testigo, hacía de la jornada fría un cálido pasar. El viento dejó de soplar. “Ahí viene, ahí viene” evoca Juan Carlos, todos los presentes se “dan vuelta y miran” la cima de la colina rocosa. La figura delgada y alta de Silo se recorta delante de una inmensa montaña gris oscura. Con la mirada hacia el gigante de América, el Aconcagua, comienza a descender con el “paso del esquiador”, como un “bailarín” rememora Luis Gardey, testigo de ese evento. Vestido de blanco, camisa gruesa y pantalón ajustado con un cinturón ancho de cuero. Baja con resolución, en la mano derecha sostiene una campera, que deja caer al pie del micrófono y sostiene con la otra un caduceo. Aspira una bocanada de aire y exclama: “Si has venido a escuchar a un hombre de quien se supone se transmite la sabiduría, has equivocado el camino porque la real sabiduría no se transmite por medio de libros ni de arengas; la real sabiduría está en el fondo de tu conciencia como el amor verdadero está en el fondo de tu corazón. …” 
Córdoba. 11 de Mayo, 2020

Fuente: *Documental “El día del fin del sufrimiento” >> https://youtu.be/bNqiTzkZ0BQ

“Construyamos espacios No Violentos” http://bit.ly/2DwPYkF

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